Humanista, político.
Atienza (Guadalajara), 15 de febrero de 1737 – Bustares (Guadalajara), 23 de enero de 1811.
JUAN JOSÉ ARIAS DE SAAVEDRA
Arias de Saavedra había nacido en Atienza, en una
de las casonas de la entonces calle de la Zapatería, el 15 de febrero de 1737;
emparentando con las grandes familias hidalgas atencinas, entre ellas la de los
Ortega, fundadores de la capilla del mismo nombre en la iglesia de la Santísima
Trinidad.
No son demasiado los datos que sobre su primera
infancia se conocen, al igual que sucede con su juventud. Si bien es cierto que
estudió cánones en la Universidad de Sigüenza, según nos cuenta Javier Sanz
Serrulla en su obra “La facultad de cánones y leyes de la Universidad de
Sigüenza”, donde se licenció en el mes de julio de 1753. Graduándose en cánones
en la misma Universidad, el 21 de julio de 1753, según acta que en su
documentado trabajo: “Un bachiller en artes por Sigüenza, en la vida de
Jovellanos”, transcribe Fernando Sotodoso Ramos:
LA HISTORIA DE ATIENZA. AHORA A TU ALCANCE. (Pulsando aquí)
“En la Sala Rectoral del Collegio de Sª. Antonio
de Portazeli extramuros de esta Ciudad de Sigza Univesd de esta; en Veinte y Un
dias del mes de julio de mil Settecientos Cincuenta y tres años. Ante el S.or
Rector de la Universd., y de por Antemio el Secre.o de ella se presenta D. Juan
Arias de Sabedra Berdugo, y Oquendo Natu.l de la Villa de Atienza Diocesis de
Sigza y pidio licencia para graduarse de Bachiller en Canones, y enterado de
todo lo necesario el S. Rector sela concedio, y hizo el Juramento acostumbrado
de obediencia y vaxo ala aula de la Universidad Presidio el D. D. Joseph
Somolinos Cathe. de la facultad y el dho, D. Juan Arias hizo el Juramento de la
Fee, y pidio con humildad el grado de Bachiller en Canones, y el dho. Señor se
le confirmo siendo testigos los Maes. Manuel de Nicoles y D. Dionisio Martinez.
doi Fee= Antemi=Joseph de Anton”.
LA HISTORIA DE ATIENZA. AHORA A TU ALCANCE. (Pulsando aquí)
Continúa Fernando Sotodoso diciendo:
“Tenía, por tanto 16 años de edad y tiene que
esperar a los 19 para conseguir una beca en el Colegio Mayor de San Ildefonso
de Alcalá de Henares, a la que oposita el 6 de marzo de 1756”.
Las pruebas las pasa satisfactoriamente, tras
elaborarse el correspondiente expediente, incluido el de limpieza de sangre a
través de varias generaciones, declarando los testigos , entre ellos Francisco
Benita y Blas, capellán del Cabildo de Atienza ante el licenciado Félix Díaz
Quijada, secretario instructor del expediente que:
“Conoce, declara bajo juramento, de vista, trato
y conversación al bachiller D. Juan Arias de Saavedra, al que tiene por quieto,
recogido, honesto, buen estudiante; de buena conversación, vida y costumbres;
que no es distraído, inquieto, revoltoso, murmurador ni escandaloso; que lo
tiene por sano, limpio y que no sabe que haya tenido ni tenga enfermedad de
bubas, lepra o San Lázaro ni otra alguna contagiosa; que no tiene noticias de
haber sido familiar de colegio alguno mayor ni menor ni de otra alguna
comunidad eclesiástica o secular; ni criado de alguno de los señores colegiales
que visten la beca del Colegio Mayor de San Ildefonso; que lo tiene por muy a
propósito para vivir en comunidad de hombres doctos, cual es el Colegio Mayor
de San Ildefonso y por digno de que el Colegio le honre con la beca que pretende,
sin que por esto pierda ni descaezca en manera alguna su autoridad, gravedad,
grandeza y estimación; que todo es público y notorio; pública voz y fama, sin
que de lo contrario haya habido ni haya duda, fama, rumor o sospecha; que si la
hubiera el declarante lo dijera, por el juramento que tiene hecho”.
Similares son las declaraciones que hacen Agustín
Ramírez Martínez o el propio cura de San Juan de Atienza, don José Navarro,
añadiendo aquello de que en la familia no hubo brujos ni hechiceros, cómicos,
penados o traidores al rey.
Su vida ha de transcurrir entre la formación y
las visitas a su familia, en Atienza y Jadraque, de donde era natural su madre,
hasta que el 8 de febrero de 1764 es designado para trasladarse a Gijón, donde
ha de proceder al examen de un nuevo alumno, Gaspar Melchor de Jovellanos,
quien había solicitado, al igual que anteriormente lo hiciese Arias de
Saavedra, su ingreso en el colegio de Alcalá.
La prueba la pasó con éxito, pasando a obtener la
beca “de Puertos Allande, Vacante por acomodo del S. Sierra”.
El 10 de mayo de aquel año Gaspar Melchor de
Jovellanos y Ramírez “natural de Jijon, Diocesis de Oviedo, electo colegial”,
fue recibido en el Colegio Mayor de San Ildefonso por el Rector Luis de los
Ríos y Velasco, nombrándose a Juan José Arias de Saavedra, tutor del mismo.
“Luego que Don Gaspar de Jove Llanos llegó a
Alcalá se presentó al Colegio, donde leyó una hora de oposición. Concluidas y
aprobadas las pruebas le puso en posesión de la beca D. Juan José Arias de
Saavedra, y desde este punto se entregó a su dirección, obedeciéndole como a
padre, con cuyo título y respeto le trató hasta su muerte”.
La cita corresponde a Sotodoso Ramos, quien a su
vez la toma Juan Agustín Ceán Bermúdez, y de su obra “Memorias para la vida del
Excmo. Sr. D. Gaspar Melchor de Jovellanos y Noticias de sus obras”.
Manuel Alvarez-Valdés y Valdés, gran conocedor de
la vida y obra de Gaspar Melchor de Jovellanos, ofrece algunos otros datos
sobre Arias, prácticamente centrados todos ellos en su relación con Jovellanos:
“También había sufrido prisión cuando Jovellanos,
y quedaba libre en 1808…”
Tampoco Sabemos en qué lugar de Atienza se alojó
Gaspar Melchor de Jovellanos, sin embargo, todos los estudiosos en su vida y
obra coinciden en que, camino de Jadraque al encuentro con Arias de Saavedra,
en Atienza descansó el primero de junio de 1808.
Poco más se conoce en torno a la vida de Juan
José Arias de Saavedra, quien pasó a Madrid, donde desarrolló su carrera
administrativa en torno a la Corte, salvo los datos relativos a su persona
reflejados en el trabajo de Hilario Yabén.
Tomás Gismera Velasco